Facultad de Agronomía

Día mundial del medio ambiente

Este miércoles 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente bajo el lema “Nuestra tierra. Nuestro futuro”

En su sitio web, las Naciones Unidas remarcan como prioritario la restauración de las tierras, detener la desertificación y fortalecer la resiliencia a la sequía bajo el lema “Nuestras tierras – Nuestro futuro”. Somos la #GeneraciónRestauración». No podemos retroceder en el tiempo, pero sí podemos hacer crecer los bosques, revitalizar las fuentes de agua y restaurar los suelos. Somos la generación que puede hacer la paz con las tierras”.

En este sentido, conversamos con el docente Ing. Agr. Ph.D Santiago Dogliotti quien fue partícipe del proyecto Ganadería y Clima, llevado a cabo en el periodo 2019 – 2023, una propuesta del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) en el marco del compromiso que asumió Uruguay en el acuerdo de París sobre cambio climático. 

“Los objetivos de quienes proveían el dinero para el desarrollo del proyecto tenían que ver con la conservación del campo natural, y la recuperación de tierras degradadas. Dentro de esa degradación, estaba la degradación del campo natural y la erosión y por otro lado, muy importante la reducción de emisiones de gases con efecto invernadero”, comentó Dogliotti. 

Adicionalmente, el docente afirmó que “aparte de esos objetivos ambientales, la idea era explotar relaciones de ganar ganar entre producción, ingresos de las familias productoras y el ambiente, y en ese sentido también era como un objetivo aumentar la productividad de la ganadería sobre el campo natural, aumentando los ingresos sin incrementar los los costos de producción ni los riesgos». 

Para llevar adelante el proyecto, se utilizó la estrategia denominada -intensificación ecológica- propuesta por la Facultad de Agronomía (Fagro), que desarrolla una propuesta de manejo del campo natural y la ganadería y que tiene “como principios el aumento de la producción del campo natural a través del manejo espacial y temporal del pastoreo. De esta manera aumentar la oferta de forraje por animal y aumentar la biomasa del campo natural en las distintas estaciones del año. Con esto se logra aumentar la producción primaria y la eficiencia con que esa producción se transforma en producción secundaria de carne, mejorando los indicadores reproductivos, los pesos al destete y la producción de carne por hectárea y por animal”, explicó Dogliotti. 

En paralelo, se ejecutó una estrategia de coinnovación, el catedrático aclaró “que es otra metodología de trabajo desarrollada por la Facultad de Agronomía a través de más de 20 años de experiencia, en la cual la propuesta de coinnovación se basa en las tecnologías o paquetes tecnológicos desarrollados por la investigación a nivel de estaciones experimentales o a nivel de laboratorios. Estas tecnologías no están listas para ser desplegadas a nivel de la producción, sino que necesitan un proceso de modificación, de recreación y de adaptación a las condiciones particulares que cada productor tiene que enfrentar. Para eso es imprescindible trabajar experimentalmente a nivel de las unidades de producción, o sea, en situaciones reales, y no en situaciones controladas o teóricas, debemos involucrar a aquellos que van a ser usuarios de la tecnología en lo que se llama trabajo transdisciplinario. En este tipo de trabajos, el investigador aporta conocimiento científico y el productor así como el extensionista aportan conocimiento empírico. Esta combinación de conocimiento científico y empírico permite crear conocimiento nuevo que no existía previamente y que posibilita implementar y llevar a la realidad esa propuesta de intensificación ecológica. Con esa propuesta de coinnovación, trabajo transdisciplinario y las bases científicas de intensificación ecológica es que se lleva adelante este proyecto para mejorar los resultados productivos, económicos, sociales, y medioambientales de la ganadería de cría basada en campo natural en Uruguay”. 

Pese a que en el periodo de realización del proyecto se registró una gran sequía y una crisis hídrica, se obtuvieron buenos resultados. “Se logró un 28% de aumento del ingreso familiar promedio de los productores del proyecto, pasó de 45% a 61%, en un contexto en el cual en el país los ingresos ganaderos bajaron, nosotros logramos aumentarlos. Los costos de producción se mantuvieron prácticamente constantes, si bien tuvieron una pequeña disminución de 2%, esto no es significativo. El proyecto impactó en 28 mil hectáreas de superficie de pastoreo que fue lo que trabajamos y en esas 28 mil hectáreas la mejora en la producción fue de trescientos setenta y cinco mil dólares por año”, explicó el académico. 

El proyecto también arrojó resultados favorables en lo que respecta a las emisiones de gases del efecto invernadero, con esta propuesta de trabajo se “logró reducir las emisiones por hectárea en un 7% y la emisión por kilo de carne en un 18%”, explicitó el entrevistado.