Con una superficie total de 320 hectáreas, el Campo Experimental N°2 de la Facultad de Veterinaria (FVET) está ubicado en los alrededores de Libertad, ciudad del departamento de San José. Del total del predio, 200 hectáreas están destinadas al funcionamiento de uno de los cinco tambos que pertenecen a la Universidad de la República. En el espacio se realizan actividades de formación para estudiantes y se realizan producciones lácteas.
El campo ofrece alojamiento para 18 estudiantes, distribuidos en dos casas, que son utilizadas principalmente por quienes están realizando sus tesis de grado o posgrado. Además, recibe estudiantes extranjeros, quienes suelen permanecer uno o dos semestres. Se cuenta con 150 vacas lecheras, 80 ovejas y 40 corderos, con los que las y los estudiantes llevan a cabo sus actividades.
En diálogo con el Prorrectorado de Gestión (PRG), el director Bernardo Lockhart explicó que la leche producida —unos 2.300 litros por día— se comercializa con Conaprole. Los ingresos por la producción de leche permiten sostener las operaciones y reinvertir en mejoras. La meta es aumentar los márgenes de ingresos para seguir invirtiendo en el desarrollo del predio.
Uno de los aspectos destacados por Lockhart fue el sistema de separación de efluentes que implementan, que permite regar unas 10 hectáreas con fertilizante orgánico, lo que sustituye el uso de productos químicos. La iniciativa le valió al campo una certificación del Ministerio de Ambiente y del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca. La instalación de este sistema es de gran importancia porque el campo está ubicado en la cuenca del río Santa Lucía, por lo tanto, es fundamental que los efluentes no contaminen las napas de agua.
El decano de FVET, Jose Passarini, y el asistente académico José Luis Callero, hicieron énfasis en la importancia de la adquisición e instalación de un cepo para ovinos. El cepo, que compraron con recursos generados por el campo y un fondo de la Comisión Sectorial de Enseñanza, representa un salto tecnológico significativo, ya que permite un manejo individual más seguro de los animales.
Según Passarini, el cepo contribuye a que los estudiantes aprendan cuáles son las condiciones de seguridad laboral adecuadas para trabajar, tanto para las personas como los animales, con el objetivo de que a la hora de salir al mercado laboral sepan cómo se tienen que cuidar.
Durante la visita, también se recorrieron las instalaciones del Instituto de Producción Animal Veterinaria, donde se dictan materias avanzadas de producción para estudiantes de la Facultad. Las clases teóricas se desarrollan en el edificio principal y las prácticas en el campo. Este espacio es sede de congresos, reuniones con productores y encuentros con centros veterinarios de todo el país. Además, alberga un grupo de laboratorios destinados a estudiar aspectos como la reproducción y la producción animal, así como el análisis químico de alimentos.
La recorrida continuó en el Centro Regional Sur (CRS), la estación experimental más joven de la Facultad de Agronomía (FAGRO), ubicada en Camino Folle, Progreso, Canelones. Durante la instancia estuvo presente Pablo Esperanza, decano de FAGRO, el director interino del CRS, Santiago Dogliotti y el equipo administrativo integrado por Melisa Alejandro y Marilyn Barrios, que conversaron con la delegación del PRG.
El año pasado el CRS celebró sus primeros 30 años. Con motivo de dicha conmemoración, FAGRO publicó un documento que relata las actividades del espacio y su historia. El material detalla que la misión del espacio es «integrar capacidades académicas en la región sur para contribuir al desarrollo de la producción familiar, a través de la formación de recursos humanos calificados, la generación de conocimientos y la oferta de servicios a profesionales, instituciones, organizaciones sociales y productivas».
Además, plantea que la visión del CRS es ser «una sede universitaria que contribuye a la sostenibilidad de los sistemas de producción familiares predominantes en la región sur, la productividad y la calidad de sus productos, en una densa red de vínculos con otros grupos de investigación, instituciones y organizaciones del sector productivo».
El predio del Campo, que tiene una extensión de 387 hectáreas, cuenta con el tambo más grande de la Udelar, que se mantiene en base a la comercialización de su producción. Además, en el terreno se lleva a cabo la cría de suinos y ovinos. Por otra parte, el Campo dispone de unidades experimentales de horticultura y floricultura con fines docentes e investigativos, así como un laboratorio de producción vegetal.
En este sentido, el director Dogliotti comentó que uno de los desarrollos más relevantes del CRS está vinculado a la cebolla, ya que el centro se encarga de conservar y distribuir semilla básica. Esta tarea tiene particular relevancia porque más de la mitad de las cebollas que se consumen en el país provienen de material genético generado allí.
El área de ciencias sociales también está presente en el CRS, se ocupa de las actividades de extensión y relaciones con el medio. La referente del área realiza actividades académicas y representa al Centro en su vínculo con instituciones, entre las que se encuentran el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y el Instituto Nacional de Innovación Agraria, así como organizaciones de la sociedad civil como la Red de Agroecología y la Red de Semillas Nativas y Criollas.
El Campo Experimental de Migues de FVET está ubicado en el departamento de Canelones. Cuenta con una extensión de 597 hectáreas que son habitadas por 200 vacas, 100 terneros, seis toros y 500 ovejas. En conversación con el equipo del PRG, el director del campo, Juan Manuel Durán, contó que en el espacio se desarrollan actividades de cría y reproducción.
Durante el diálogo, Durán destacó que el predio, que este año celebra su 70° aniversario, tiene el potencial de convertirse en una referencia en la región, tanto en generación de conocimiento como en articulación social y productiva. A corto plazo, las prioridades están dirigidas a que haya más estudiantes que concurran al campo, así como generar reuniones con instituciones, empresas privadas, productores y actores de la sociedad de la zona.
Estas acciones se enmarcan en un plan estratégico que apunta a consolidar el campo como centro de conocimiento y de referencia académica. Actualmente, ya se realizan prácticas curriculares, cursos para estudiantes y egresados, con varios proyectos de investigación en curso, especialmente en el área ovina, con participación de tesistas de grado y posgrado.
Uno de los objetivos inmediatos es fortalecer la infraestructura edilicia: se proyecta un espacio adecuado para el estudio y la convivencia de estudiantes, además de un salón de clases. El campo cuenta hoy con dos dormitorios para estudiantes (de seis camas cada uno) y algunos espacios independientes para docentes y visitantes del exterior. Además, se busca fortalecer los vínculos con otros servicios de la Udelar, para ampliar la mirada interdisciplinaria y el impacto del campo en la zona.
Fuente y fotos: Comunicación Prorrectorado de Gestión